La colitis ulcerativa es una enfermedad poco frecuente en México, en relación a otros países de Norteamérica y Europa, sin embargo, y por la misma razón no se diagnóstica en forma temprana.

Se desconoce que origina la enfermedad, aunque hay un componente de predisposición genética y una alteración del sistema inmunológico. Básicamente es una inflamación de la mucosa del intestino grueso, los síntomas incluyen diarrea, sangre y moco en la evacuación, perdida de peso y dolor abdominal.

Puede haber también síntomas extra-intestinales principalmente dolor en las articulaciones y alteraciones oftalmológicas.

El diagnóstico se realiza mediante biopsias tomadas en la colonoscopia.

El tratamiento para la Colitis Ulcerativa en general es médico con fármacos antinflamatorios del tipo de la mesalazina, en pacientes que no responden hay otras líneas de tratamiento con medicamentos inmunomoduladores. Y en episodios agudos el manejo es con esteroides.

La cirugía se reserva para casos que no responden a ningún tratamiento o cuando hay complicaciones como hemorragias masivas, perforación o infección grave.

Los pacientes con CUCI tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer a partir de 10 años del inicio de la enfermedad, incrementándose un 1% por año a partir de ese momento, por lo que hay que estar vigilando anualmente con colonoscopia y toma de biopsia.